Es un modelo estándar de la descripción o referencia de cómo los mensajes deben transmitirse entre cualquiera de los puntos de una red de telecomunicación. Su propósito es dirigir implementos del protocolo de modos que sus protocolos trabajen constantemente con otros. Los principios que se aplicaron para su división en capas son: Se debe crear una capa siempre que se necesite un nivel diferente de abstracción Cada capa debe realizar una función bien definida La función de cada capa se debe elegir pensando en la definición de protocolos estandarizados internacionalmente. Los limites de las capas deben elegirse a modo de minimizar el flujo de información a través de interfaces. La cantidad de capas debe ser suficiente para no tener que agrupar funciones distintas en la misma capa y lo bastante pequeños para que la arquitectura no se vuelva inmanejable.